Cross-Battery Assessment - Evaluación de Múltiples-Pruebas
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Las Reglas del Comisionado para servicios de Educación Especial ha cambiado la manera en el cual un estudiante es evaluado para y es elegible para recibir servicios como un estudiante con una discapacidad de aprendizaje. En los años previos, un estudiante tenía que demostrar una discrepancia severa significativa entre sus habilidades intelectuales y sus desempeños académicos. Esto ya no es el caso. En este momento, las Reglas del Comisionado establecen que se debe demostrar que el personal calificado ha recibido una instrucción adecuada en lectura y/o matemáticas en el entorno de educación general y que debe documentarse que un estudiante ha tenido evaluaciones repetidas de logros a intervalos razonables, lo que refleja la evaluación formal del progreso del estudiante durante la instrucción (monitoreo del progreso). Básicamente, el “modelo de Discrepancia Severa” está fuera y el establecimiento de un patrón de fortalezas y debilidades ha tomado su lugar. Un estudiante ahora es elegible para recibir servicios de educación especial como un estudiante con una discapacidad de aprendizaje si el estudiante no tiene un rendimiento adecuado para la edad del niño o cumple con los estándares de nivel de grado aprobados por el estado cuando se proporciona la instrucción adecuada, no hace suficiente progreso cuando se proporciona un proceso basado en la respuesta del niño a las intervenciones, y muestra un patrón de fortalezas y debilidades en el desempeño, el rendimiento o ambos en relación con la edad, los estándares de nivel de grado o la capacidad intelectual. Los estudiantes ahora participan en el proceso del Equipo de Intervención Estudiantil que se enfoca en responder a la instrucción con intervenciones que son apropiadas para ese niño, área temática y contexto. Si se documentan y no se realizan progresos, el especialista en diagnostico puede remitir a un niño para que lo evalué más a fondo. Al recibir la referencia, el especialista en diagnósticos ya no depende de encontrar una discrepancia significativa o grave entre el coeficiente intelectual y el rendimiento del estudiante. En cambio, el enfoque esta en determinar las fortalezas y debilidades en las siete áreas centrales de la inteligencia, que incluyen inteligencia fluida, inteligencia cristalizada, memoria a corto plazo, procesamiento visual, procesamiento auditivo, almacenamiento y recuperación a largo plazo y velocidad de procesamiento. El especialista en diagnóstico utiliza varias evaluaciones, documentación de RTI y otra información importante para la referencia para buscar un patrón que muestre fortalezas debilidades para el estudiante. El estudiante debe tener una capacidad de funcionamiento normal y no tener debilidades relacionadas con un impedimento sensorial, deficiencia mental, diferencias culturales, diferencias de idioma, instrucción insuficiente, factores no cognitivos o no salud física o orgánica. Cuando se reúne toda la información, se lleva a cabo una reunión para discutir los resultados con los padres, los maestros, los administradores y el resto del personal que participa en la provisión de intervenciones para ellos. En esta reunión, el Comité determina si el estudiante se beneficia de recibir servicios de educación especial en este momento. Sobre la base de la nueva forma de evaluar las habilidades cognitivas de los estudiantes, se demuestra una imagen real de las habilidades de los estudiantes y se identifica a aquellos que necesitan servicios.